El ruido: una amenaza silenciosa.
El pasado 25 de abril se celebró en todo el mundo el Día Internacional de Concienciación sobre el ruido, una campaña de eco mundial que se marca como principal objetivo recordar y sensibilizar a la población sobre las consecuencias del ruido en nuestras vidas. La National Academy of Sciences Report, en 2016, declaró que España era el segundo país más ruidoso del mundo, sólo precedido por Japón.
El ruido es un enemigo recurrente en las sociedades avanzadas de hoy en día. Las grandes concentraciones urbanas, con las actividades que se desarrollan en ellas, generan una cantidad de ruido que no siempre percibimos como molesto, al estar acostumbrados a él. Según informes de la Unión Europea, un enorme grupo de la población soporta contaminación acústica por encima del umbral que marca la OMS como límite máximo deseable, es decir, 70 decibelios. En 2005, declaró que más de ochenta millones de personas soportaban niveles por encima de los 70 dB, y la cifra se disparaba a los 170 millones si considerábamos niveles superiores a los 55 dB, señalado como límite de confort.
En España, al igual que en la Unión Europea, la fuente de la contaminación acústica es el tráfico, siendo responsable, según expertos, del 80% del ruido por encima del umbral de confort en las ciudades o poblaciones aledañas a carreteras nacionales. Sin embargo, otras circunstancias del día a día como estar expuesto a la taladradora de una obra, el paso cercano de aviones, o el bullicio de un bar o la proximidad a una discoteca, nos exponen a niveles de ruido por encima de lo deseable.
Más allá del evidente malestar que puede generar una exposición puntual a una fuente de ruido superior al umbral de confort, la contaminación acústica es responsable de males endémicos a las sociedades modernas que a priori pueden pasar desapercibidos, pero que a la larga genera un impacto considerable en nuestra calidad de vida. Se han descrito, por tanto, no sólo consecuencias sobre la capacidad auditiva ante la exposición prolongada a la contaminación acústica, sino también alteraciones sensibles sobre la memoria, el sueño y la atención, cuya afección puede desencadenar todo tipo de efectos colaterales.
Por ello, la Sociedad Española de Acústica promovió el pasado miércoles el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, que se celebra en todo el mundo el último miércoles de abril, desde hace más de viente años. La SEA propone, como actividades simbólicas, y con la ayuda de organizaciones públicas y privadas, la concentración a mediodía en ayuntamientos para guardar 60 segundos de silencio, así como la puesta de cartelería y pancartas que fomenten la concienciación pública sobre el ruido; especialmente sobre el cuidado del ambiente acústico, la preservación de la audición y el conocimiento sobre los efectos perjudiciales que proyectan sobre la salud.
¿Cómo protegerse del ruido? Pequeñas acciones a nuestro alcance
Muchas veces es inevitable verse expuesto a volúmenes indeseables de ruido. Pero todavía queda en nuestra mano protegerse en la medida de lo posible ante estos focos pasajeros o prolongados de sonido.
- Tapones auditivos estándar
Los tapones auditivos son un método asequible y popular, pero muchas veces se desconoce su verdadera eficacia en términos numéricos. Los tapones de espuma o cera reducen la contaminación acústica hasta alrededor de 30 dB, convirtiendo un sonido abrumador en tolerable. El inconveniente es que, a la vez que reducen el nivel de ruido, también distorsionan el sonido, lo que se traduce en que la música no suene nítida o que no se entienda bien cuando te hablan. Otra pega que encontramos es que no siempre se adaptan bien a la forma del conducto auditivo cuando este es estrecho, provocando incomodidad o que se salga del oído.
- Aislamiento en el hogar
Aunque menos asequible, una buena solución en caso de estar expuesto en el hogar a una contaminación acústica casi permanente es la adecuación del acristalamiento o los muros, en caso de no poder actuar contra la fuente emisora de sonido, al cumplir la legislación vigente.
- Protectores auditivos a medida
La tecnología ha hecho posible el diseño de numerosas soluciones que protegen tu sistema auditivo en numerosas situaciones, con materiales y diseños específicos para cada ámbito. Así, existen protectores auditivos adaptados para el baño, para el sueño, para ámbitos industriales, para cambios de presión en vuelos, para técnicos de sonido o músicos y para escuchar música con auriculares de forma segura. Con estos protectores específicos solucionamos los problemas propios de los tapones estándar, ya que se realizan a medida de cada conducto auditivo. Puedes encontrar aquí más información al respecto.
